Nada es permanente, todo cambia
¿Te has parado a pensar qué hay de permanente en tu vida?
Desde que nacemos, nuestro cuerpo no ha cesado de cambiar y está destinado a morir. El cambio es siempre una constante. Si te paras a observar verás cómo nuestro mundo es cambiante, al igual que nuestros pensamientos y nuestros cuerpos, vamos de sensación en sensación. Como dice Mercedes Sosa en su canción "Todo cambia" o como dijo Heráclito “Nada es permanente a excepción del cambio”.
¿Por qué nos resistimos a los cambios?
Queremos conservar las cosas que nos producen placer, que todo siga como nos gustan. Sin embargo, el mundo que nos rodea y nosotros mismos cambia momento a momento. Pensar en que aquello que nos gusta va a cambiar o a desaparecer puede asustarnos y saber que todo acaba desapareciendo puede causarnos mucho dolor, especialmente si es una persona. Pero el cambio es inevitable.
Dependencia y miedo al cambio
Al aferrarnos a situaciones, relaciones, sensaciones que nos producen felicidad o gozo queremos que no terminen y es cuando surge el miedo y dependencia a razones efímeras. Esta dependencia y miedo al cambio es el apego. Darnos cuenta de que estamos fomentando el apego y decidir dejarlo, expande nuestra consciencia y nos da libertad. Visita el post "El arte del desapego".
Practica el arte de vivir
El cambio es el proceso mismo de la vida, y ese proceso puede ser llamado evolución. Practica el arte de vivir: comienza bien cada momento, cada día y centra la atención en cada uno de esos momentos, valóralos y acéptalos amablemente para luego, despedirlos dando a cada instante sus propios valores y la importancia que merecen.
Te propongo que al final del día repases mentalmente cómo ha ido tu día, tanto las situaciones que te han gustado como las que no, las emociones que has vivido, los logros y remordimientos. Acepta lo ocurrido, aprende de ello y suéltalo. No te apegues, no te culpes ni luches, tómalo como un medio para tu aprendizaje y crecimiento personal. “OCUPARSE de lo ocurrido, NO PREOCUPARSE”.
Namaste.
María
