Ahimsa (no-violencia) y los pensamientos negativos
El yoga no es sólo una práctica física, sino que es una filosofía de vida y con una base ética fundamentada en los Yamas (restricciones de la vida, los “No hagas”) y Niyamas (cumplimientos, los “Si”). En el post "los 8 pasos del Raja Yoga" tienes un esquema de los Yamas y Niyamas.
Ahimsa es el primero de los yamas y tal vez el más conocido. Mahatma Gandhi hizo de Ahimsa la base de su doctrina, en palabras suyas "La no-violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más efectiva que el arma de destrucción más efectiva que haya ingeniado el humano”.
Ahimsa es un término sánscrito que significa no-violencia. Su práctica no sólo se refiere a la violencia física, sino que abarca la no-violencia en pensamiento, palabra y obra, hacia los demás y hacia uno mismo.
Practicar Ahimsa es ser consciente de cómo nos tratamos a nosotros mismos, a los otros y al entorno. Se refiere a no ejercer violencia sobre los demás, sobre lo que nos rodea, y sobre nosotros mismos. Cuando se habla de violencia nos imaginamos violencia física o verbal hacia los demás, pero hay una violencia que solemos ejercer hacia nosotros mismos, y son los pensamientos negativos y auto-críticas.
Te propongo aquí dos formas de practicar Ahimsa (en pensamiento):
1.- Vigila lo que piensas sobre ti mismo. Cuando sientas que estás entrando en un bucle de pensamientos negativos, para, respira y observa el daño que te hace ese pensamiento concreto en un momento dado. Después repítete “puesto que me hace daño, lo dejo”. Puedes además escribir esos pensamientos e intentar luego darles la vuelta para convertir lo que estás pensando en algo positivo o menos dañino. Por ejemplo: "no voy a poder conseguirlo" se convertiría en "puede que no lo consiga pero aun así lo voy a intentar con todas mis fuerzas".
2.- Vigila lo que piensas sobre los demás. De la misma manera que somos duros con nosotros mismos, solemos serlo con la gente que nos rodea. No juzgues ni etiquetes, pues al hacerlo ya estás limitando tu propia libertad respecto a lo que puedas descubrir de la otra persona. Ten en cuenta que cada uno está viviendo en su sueño.
Namaste
María
