Sencillos consejos para meditar
A veces simplemente basta decir abre la mente y relájate. Pero para la mayoría esto no es tan sencillo, pues lo que suele ocurrir de forma general es que al principio de la meditación nuestra relación con los pensamientos es neurótica, ya en medio aprendemos a no tener relación con ellos, y al final del proceso podemos relacionarnos con ellos de una forma más sana, simplemente observando la verdadera naturaleza de los pensamientos sin identificarnos con ellos. Por eso en este post voy a darte una serie de sencillos consejos o pautas que pueden ayudarte a meditar.
Postura
Luchar durante la meditación no es una buena idea, por eso si te duelen las piernas o espalda, puedes moverte. Sin embargo, al trabajar con la postura justa, es posible relajarse y asentarse en el propio cuerpo realizando algunos ajustes muy sutiles.
Adopta una postura cómoda, ya sea sentado con un cojín en el suelo con las piernas cómodamente cruzadas delante de ti o sentado en una silla con los pies apoyados en el suelo dejando entre las rodillas unos centímetros de distancia.
El torso debe estar recto, con la espalda recta corrigiendo las curvaturas de la columna lumbar, dorsal y cervical, y el pecho abierto. Si te sientas en una silla lo mejor es no inclinarte hacia atrás.
Apoya las manos descansando sobre los muslos con las palmas hacia abajo.
La boca queda ligeramente abierta para que la mandíbula esté relajada. La punta de la lengua puede colocase en el paladar dejando la lengua relajada.
Cierra los ojos conscientemente, con suavidad, sin forzar.
Objeto de meditación
La mayoría de las técnicas de meditación emplean un objeto de meditación, algo a lo que volver una y otra vez pase lo que pase por la mente, como un mantra o imaginarse un mar en calma, etc..En este caso yo te voy a decir que dirijas tu atención a la respiración. La respiración es un movimiento del "prana", energía en yoga, y tiene dos polaridades: inhalación y exhalación. La atención es muy poderosa, simplemente fíjate en cómo al inhalar entra el aire frío por las fosas nasales y cómo sale más caliente al exhalar.
Etiqueta
A continuación cuando te llegue un pensamiento ponle la etiqueta de “pensamiento”. Lo mismo puedes hacer si notas un dolor o picor, etc..poniéndole la etiqueta de “sensación”; o si oyes un ruido del exterior que te perturba con la etiqueta de “sonido”.
Distracción
Cada vez que te sientas distraído durante la meditación, reorienta la atención hacia el cuerpo y repasa los distintos puntos de la postura. Después vuelve otra vez a la respiración con la sensación de empezar de nuevo. Si descubres que los pensamientos te han llevado muy lejos, no te preocupes, no te juzgues. Simplemente dite a ti mismo “pensamiento” y vuelve la atención a la relajación del cuerpo y a la respiración. Vuelve una y otra vez, las veces que hagan falta.
La cuestión no consiste en librarse de los pensamientos, porque van a volver una y otra vez, sino de contemplar su verdadera su naturaleza, que son un producto de la mente, son una ilusión creada por la mente, no son verdaderamente sólidos. Hay que tener muy claro que “no somos nuestra mente, nuestros pensamientos, ni su contenido... simplemente somos”.
Espero que estos consejos te ayuden en la práctica de la meditación.
María
Namaste