Consejos para aumentar la fuerza vital

¿Te has sentido últimamente decaído, enfermo o falto de energía?

A veces pasamos por etapas en que nos sentimos más decaídos, faltos de energía. Eso es lo que me ha pasado a mí. Un día me levantaba radiante de energía, llena de alegría con ganas de cantar, bailar, reír, abrazar, y otro sentía como un pesar se iba apoderando de mí y prefería estar sola en casa. Me ha pasado en otras etapas de mi vida, pero esta vez he sido una observadora de mis pensamientos y de mis emociones.

Los pilares de tu salud son los hábitos de vida saludable. Ellos son el soporte de tu fuerza vital para poder hacer frente a todo aquello que te pueda desestabilizar, tanto en el plano físico, como en el emotivo o mental.

Cuando una persona enferma, se piensa inmediatamente en un virus, en una bacteria, en el frío, en la comida, en las emociones…pero nadie se pregunta porque precisamente hoy y no hace un mes, porqué en esa persona se desarrolla la enfermedad y no en otra en las mismas circunstancias, porque ante el mismo tratamiento se reacciona de un modo diferente. La respuesta es la fuerza vital.

¿Qué es la fuerza vital?

El término fuerza vital ya fue empleado por Hipócrates para explicar la capacidad que tenemos todos de activar nuestras funciones vitales. “El arte de curar es seguir el camino de la Naturaleza. Toda enfermedad tiende a curarse por sí sola por la acción de la fuerza vital”, Hipócrates. Una fuerza restauradora, reparadora y necesaria para la aparición y conservación de la vida. Gracias a ella nuestro organismo es capaz de defenderse, nutrirse, regenerarse, eliminar los tóxicos y reproducirse. Es el equivalente al “Prana” del yoga o al “Qi” de la medicina china. Cuando disminuye no fluye adecuadamente o es insuficiente.

¿Cómo aumentar la fuerza vital?

La fuerza vital depende de la constitución, de la edad y estilo de vida. Como la constitución una vez terminado el crecimiento no se puede mejorar y con el paso del tiempo se va debilitando, la única manera que te queda para amentar o conservar la fuerza vital es llevar un estilo de vida saludable.

Probablemente hay cosas que no puedes cambiar pero, pero seguro que hay otras que está en tus manos mejorar. Plantearse pequeños cambios y convertirlos en hábitos es la mejor manera de acercarnos a una vida sana .

Estilo de vida saludable para aumentar la fuerza vital:

Alimentarse de forma sana y equilibrada
Practicar ejercicio físico adaptado a tu persona, como el yoga
Descansar adecuadamente
Evitar el estrés físico, emocional y mental
Frecuentar espacios naturales y respirar aire limpio
Tranquilizar la mente y relajarse, por ejemplo mediante la meditación
Tener una actitud positiva sobre todos los aspectos de tu vida, siendo conscientes de tus pensamientos y focalizando en lo positivo porque “donde pones la atención ponemos tu energía”